La rubia, en ese caso, sería un ejemplo de sinceridad que algunos llamarían sincericidio.
Supongamos, por un momento, que me dijo eso, me avisó que tenía que crear una nueva cuenta y yo lo rechazaba.
Querés saber lo que le hubiera pasado al contar lo sucedido a su jefe del banco? Mirá...
Los 100 de MdP!
