Noooooo!! Otra vez no!!
Sí, otra vez, sí.
Volví al banco, enfurecido.
Enfrenté a una empleada que hizo caso omiso de mi cara en llamas.
"Lo que pasa es que tenés ocultas las cuentas", me dijo.
Ocultas?
"Claro, porque como habías tenido un problema te las ocultamos para que no te vuelvas a equivocar".
Estallé. No, no me cerraron las cuentas. Las sacaron de mi vista!! Como al resumen siguiente del caos anterior le llegó una deuda por intereses, la bola empezó a crecer de nuevo.
Ahí nomás...
a) Pedí hablar con el gerente
b) Me agarró un patatús y tuvieron que llamar a la ambulancia